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Capítulo II: Deseos
Publicado el 4 04-06:00 agosto 04-06:00 2009 Ningún comentario.AMOR AIT-250589
Capítulo II: Deseos
-¿Hace cuánto tiempo no tienes contacto físico con una mujer Reidar?-
Los ojos negros de aquel hombre se abrieron al instante dejando de ver las gráficas de la empresa en la enorme pantalla de aquella sala de juntas de la empresa que manejaba. Poso su mano derecha en todo su rostro respirando profundamente para después dedicarle una mirada asesina al hombre que degustaba de su té tranquilamente.
-…-no hubo respuesta de Reidar que volvió a posar su mirada sobre las cifras para oprimir en su muñequera unos cuantos códigos que hicieron aparecer gráficas de meses pasados.
-Entonces eso significa que aún no has estrenado el A.I como es debido-hablaba tranquilamente dejando la taza de té sobre el pequeño palto para mirar todas las gráficas sin el menor interés de hacer crecer las gráficas.
-Un A.I. no es un ser humano, es simplemente un robot con forma humana. Jamás me rebajaría a tocar un objeto tan repulsivo-apago todo el material que se mostraba sobre los vidrios quedando el salón con una ligera luz tenue. Los vidrios entonces habían cambiado su aspecto para dejar pasar la luz del sol en aquella sala.
-Entonces… se levantó de su asiento quedando detrás de su hermano, ¿me permitirías estrenarla? Ya lo sabes así como lo hice con As…-la silla había caído al suelo al instante cuando Reidar se había levantado.
Lo tenía bien sujeto de la chaqueta negra de su hermano qua ahora tenía los lentes mal acomodados pero que no podía evitar su sonrisa irónica frente a lo débil que creía que podía ser su hermano menor.
-Jamás te atrevas a mencionar su nombre en tus actos que tienen falta de lealtad-agregó soltándole de la chaqueta para empujarle hacia los vidrios.
Asgeir volvió a acomodar sus prendas sin ningún sentimiento de culpabilidad hacia su pasado; mientras que Reidar masajeaba sus sienes una y otra vez.
-No te preocupes hermanito aún por mucho que quisiera estrenarla me es imposible. Te lo he dicho ¿no es así? Es un nuevo prototipo, por la única persona que siente es por ti, probablemente si tú te la…-Reidar tomó al taza de té lanzándola sobre la pared cerca de Asgeir.
Probablemente su hermano estaba hoy más susceptible que otros días. Se encogió de hombros.
-Deberías de descansar un poco, estás muy estresado-
-Lo único que me afecta eres tú, tú estúpido prototipo y que te metas en mi vida. Si tengo o no tengo contacto con alguien eso no te importa. Deja de arruinarme mi vida Asgeir.-agregó saliendo de la sala lo bastante enojado directo hacia su casa.
Asgeir se quedó solo en la habitación, retiró los lentes sin aumento y sin más su mirada parecía estar perdida en el atardecer que se ocultaba hacia el oriente. Sus ojos reflejaban cierta tristeza.
-Ella no te amaba, te he traicionado y había provocado a Astrid para que te traicionara; fue tan fácil enamorarme de ella, como deseaba en aceptar sus sentimientos pero a la carencia de tu tiempo ayudo a fortalecer lo nuestro. Probablemente Dios me ha castigado, con ella lo perdí todo-
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El último piso del edificio número 67 desprendía el aroma de galletas de canela recién horneadas. Astrid, el prototipo AIT-250589 acomodaba las galletas recién hechas sobre un plato. Aún así llevaba su mano al pecho de vez al no poder soportar más aquel dolor.
-También lo siento-agregaba con voz entrecortada dejándose caer al suelo de la cocina-Él está muy mal… ni siquiera sabe que hemos podido mantener un contacto. ¿Está llorando verdad?, no ha podido despertar, no lo siento.-hablaba hacia la nada completamente conmocionada sus ojos azules pronto comenzaron a desprenderlas lágrimas-…pero espero que no nazca-agregó de pronto con una voz un tanto aniñada-…Haku quiero volver a casa…-el computador marcaba que Reidar había llegado. Astrid se levantó del piso para tomar de la tetera donde había puesto chocolate caliente para servirlo sobre una de las tazas. Se acerco a la entrada con la taza en mano, dejando a un lado lo que hace unos minutos platicaba.
-Luego hablamos Haku-hablo de repente la chica observando cómo Reidar se acercaba a ella.
-¿Quién es Haku?-
-Yo… es información que usted no…-
Reidar había tirado la taza de chocolate hacia la pared, el líquido había caído en su mano mientras tomaba de la mano del A.I. sin ningún cuidado.
-De una vez te advierto… no voy a tolerar que lo vuelvas a repetir Astrid, no dejare que te vayas de nuevo…-un abrazo dulce por parte de Reidar se hizo presente.
El prototipo AIT-250589 lo sabía, su dueño había perdido ya el límite entre la verdad y la fantasía; correspondió al abrazo instantáneamente. Ella también se sentía usurpada, aunque en el fondo deseaba que el nuevo A.I. no naciera, deseaba volver a casa.
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-Haku, tú eres mío ahora. Y tienes que hacer lo que yo te diga-
-Entiendo-
-Ahora… bésame-
-Mi creador, ¿sabes pro que me puso este nombre?-
-Oh por favor no me digas que eres un A.I que siente y que no desea experimentar-
-Usted no me gusta, deseo que me deje en paz-
Ambas sombras se separaron la voz de la chica imperativa ahora guardaba silencio mientras los pasos de A.I desaparecían. Ella era una niña mimada.
Continuara…
*Nota: Me he tardado en publicar… pronto habalré más de estospersonajes y de los demás que irán aparecienod… no son muchos… *__________* Gracias pro seguir leyendo.
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Capítulo I: Código a Nombre
Publicado el 19 19-06:00 mayo 19-06:00 2009 Ningún comentario.…
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A.M.O.R AIT-250589
Cápitulo I: Código
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Se levantó de golpe de la cama sudando frío y con la misma pesadilla que se repetía cada semana a fin de mes. Sus ojos negros miraban hacia la nada nuevamente mientras el despertador maracba la 3.45 de la mañana.
-Feliz cumpleaños Reidar-se recalcó a si mismo de manera sarcástica para cubrirse con las sábanas nuevamente.
Para cuando hubiesen dado las siete de la mañana en punto Reidar Gunvor seguiría el mismo patrón en la mañana de un no descansabele fin de semana. Las horas de sueño podían ser reempalazadas por trabajo si el así lo requería y lo necesitaba, «Un exclavo de su propia empresa, un hombre sin corazón» era así como la mayoría d ela gente se podía expresar de él a sus espaldas.
Después de tomar una rápida ducha y vestir ropas lo bastante cómodas para andar en su casa prendió su computadora portátil, la tecnología en el siglo XXIII había cambiado bastante y con ello la vida de la gente.
La computadora portátil presentaba diagramas e imágenes que cambiaban de un momento a otro, sus finanzas no tenían ningún punto de declive y eso le hacia sentirse hasta cieto punto satisfecho. Tómo un desayuno rápido que consistía en pan tostado, café y jugo de naranja con tres pastillas distintas entre sí.
Estiró su brazo observando la muñequera que llevaba consigo con varios botones, oprimió pronto uno y la voz del computador comenzaba a darle las noticias exactas y claras. Definitivamente Reidar no necesitaba de compañía humana, eso lo dejaba claro.
«Sigrid Kristine en la entrada» se escuchó una voz cálida proveniente de una bocina. La tecnología sin duda estaba arrebasando expectativas de científicos y políticos de cualquier país.
Presionó un botón de la muñequera de su antebrazo dejando pasar a una rubia jovial con una caja que venía jalando desde hace tiempo.
-Buenos días, ¡Reidar feliz cumpleaños!-su voz era un tanto chillona y su carácter bastante infantil; de cierta manera Sigrid no era un persona que le alegrará mucho de ver. Pero siempre recordaba cosas bastante triviales para él como lo era su cumpleaños.
-Gracias-agregó sin despegar la vista del computador
-Levantaté de ahí y sirveme algo de tomar, tarde mucho en subir está caja. Por cierto mi esposo te ha mandado un regalo. Yo quería uno pero dice que este es espacielamente para ti, es un nuevo A.I.
Reidar se levantó del cómodo sofá sin prestar mucha atención a la caja, tómo uno de los vasos pasándolo por un sensor que lo llanaba de agua automáticamente. Sus ojos negros se quedaron observando los esmeralda de la rubia que trataba de abrir la caja con la targeta blanca sin ningún éxito.
-¿Tiene algún código?-
-No lo sé, abrélo que quiero verlo-
-No me gustan los A.I., lo devolveré a la compañía no intentes abrirlo-
-Tu hermano no querrá escuchar eso, además por tu culpa me quede sin el nuevo prototipo de A.I.-la mujer seguía ensimismada en la idea de abrirlo pronto Reidar se acercó sacando la targeta blanca de su muñequera.
-No necesito un sistema operativo con forma de humano, sabes que los detesto-
-Pero yo quiero verlo, ya sé-la mujer se separo de la caja dandole unas palmadas al pelinegro sobre la esplada- tú lo abres yo lo veo, si puedes lo prendemos y después lo devolvemos. Es más yo me encargo de meterlo en la caja. Pero déjame verlo, te lo pido como tu cuñada favorita-
-Sigrid-susurró para pasar la targeta sobre una superficie plana y pronto los códigos y seguros comenzaron a abrirse.
Sigrid golpeó la caja blanca observando como se abria rápidamente mientras la voz del computador principal se hacia sonar dentro del lujoso departamento.
«Cargando A.I. al 99%… sincronizando. Listo»
La caja estaba completamente abierta dejando ver a una humana que respiraba acompasadamente. La imagen fue aterradora para ambos que del susto se habían puesto hacia atrás.
-Es una broma cierto-
«Una vez abierto no podrá ser devuelto. Sistema operativo y A.I. funcionando correctamente»
-Asgeir me había dicho que tenía apariencia humana, pero jamás específico que era un humano-Sigrid se acercó al modelo que poco a poco coemnzaba a levantarse-…es un dispositivo muy avanzado; ahora mi regalo-extendió una pequeña targeta-…es una memoria ilimitada, usala bien-
-No quiero un A.I., odio los robots con forma de persona-
-Este es totalemente distinto Raidar, cuanta la leyenda urbana que en su vida pasada ellos fueron también humanos-agregó al mujer mirando como respiraba el A.I. pausadamente-…ella también siente, tu modelo AIT-250589 también siente. Es un primer prototipo-
-Los robots con apariencia humana no sienten, los han engañado-
-De hecho te estás equivocando, los A.I.T. sienten, pueden odiar, amar, enojarse, llorar…-se detuvo por un momento-solo hay una cosa que no pueden hacer, ellos no tienen sueños y mucho menos pueden ser amados físicamente-
-Explícate-
-Son los nuevos robots sentimentales ellos pueden mantener relaciones sexuales con sus dueños, pero…-miraba aún los ojos cerrados del prototipo-…no sienten amor aún no logran rehacer los portotipos, ah los científicos de hoy en día que juegan a ser Dios pero ¿a qué es bonita verdad?-sonrío-tu hermano te la ha comprado por que dice que a este paso dejarás de interactuar con la gente, dice que a este paso serás aún más hostil de lo que ya eres y…-
-No lo quiero-
La muñequera de la chica comenzó a hacer un sonido en forma de alerta.
-Insertas la targeta, me voy tengo el tiempo justo y debo ir a la estética. Feliz cumpleaños-se acercó a la puerta dejándole completamente solo.
Pasaron unos minutos cuando volvió a tomar asiento frente a su computador, mandaría un mensaje electrónico y devolvería el regalo, eso haría. Es más estaba a punto de devolverlo a la fábrica cuando observó su computador completamente en blanco con un código escrito en una ventana.
«Instuctivo:
Inserte la memoria A sobre la ranura que esta detrás del cuello.
Una vez hecho se reiniciara el S.O.»
Tomo de la pequeña targeta insertándola sobre el cuello. Los ojos de la chica se abrieron. Y una cálida voz se escuchó en la sala.
-Reiniciando programa, autoactivación de sensores y memoria cargando en un 95%… autoactivación completada-
Raider miraba perplejo a su A.I.
-El modelo A.I.T.-250589 se ha completado con éxito-
Observó con detenimeinto los ojos del A.I., no había nada de ellos… ninguna emoción que pudieese comprobar que era humano. La misma voz cálida y dulce se escuchó.
-Nombre del dueño-
-Gunvor Reidar
-Edad
-27 años
-Dirección
-Noroeste de la ciudad de Olso, edificio 67, Avenida central Tor
-Alergias
-Ninguna
-Tipo de sangre
-A
-Hora
-9.23
-Cargando datos…-los ojos de la joven se volvieron cálidos formando una sonrisa-feliz cumpleños Reidar-
Hubo un sepulcral silencio para cuando Reidar sacó el archivo del instructivo y una pequeña guía rápida en hojas. Leyó la nota de su hermano.
De eso y del drama que había armado se quedó callado por instantes. Tenía entre sus manos un A.I. que tenía pariencia humna, más bien era un humano. Todos los A.I. que había visto no eran tan reales como aquella mujer.
Podría jurar que no pasaba de los 20 años, y ahí quieta podía observarla mientras Reidar trataba de despejar su mente en las miles de estadísticas que lanzaba el computador.
-Si no puedo devolverte, ¿qué harás? Se supone que tienes sentimientos, ¿qué reacción te causo?-
-Raidar es mi dueño, estoy muy feliz de haber despertado-
-¿Cómo quieres llamarte?-
-¿Puedo escoger mi nombre?, ¿no debería ponerme usted mi nombre?, ¿no le gusta mi nombre acaso?-
-AIT-250589, no es un nombre es un código. Estas registrada con un código, ¿cómo deseas llamarte?-
-AIT-250589-
-Ese nombre es una porquería, busca otro-
-Usted es el que debe cambiar el código y personalizarlo-
Reidar se quedó pensando unos momentos, su rostro hasta cierto punto le recordaba a alguien que había conocido en la infancia. Dibujo una sonrisa en su rostro.
-Astrid-
-¿Desea cambiar le nombre de AIT-250589 a Astrid?-
-Si-
-Proceso completado-
Nuevamente regresaba el silencio al lugar.
-Cada A.I. tiene una función especial, por ejemplo los que conducen, los que funcionan como porfesores, las niñeras, ¿qué clase de A.I. eres?-
La joven tocaba sus cabellos ondulados con suma gracia, realmente no parecía uno de ellos. Dirigió su mirada nuevamente al computador haciendo notas mientras recibía un respuesta.
-Puedo hacer de todo, por eso mi creador dice que soy especial. Pero mi creador no parecía estra muy feliz, mi creador tiene otros deseos en mente-
-¿Puedes decírmelo?-preguntó curioso volteando
-Es información confidencial-
-Entiendo Astrid-
Una sonrisa en el rostro de la joven se había formado.
-Me agrada mi nombre-
-Mientras estes aquí te llamarás así. Manejo todo el día códigos y comienzo a hartarme. La temporada que dures en este hogar te llamarás Astrid-
-Como su prometida-
Nuevamente se formo el silencio.
-Déjame solo-
-No preguntará por que lo sé-
-Sé por que lo sabes, por eso odio los A.I.-
-Entiendo-
-Astrid, ¿puedes programarte sola para pdoer hibernar? No tengo tiempo de hacerlo tengo trabajo que hacer-
-¿Desea que lo haga ahora?-
-Si-
Astrid camino hasta el sofá más cercano, sus movimientos eran suaves y delicados. Caundo estuvo sentada de una manera correcta cerró los ojos; Reidar miraba la respiración pausada que tenía la chica.
Observó el instructivo con más detenimiento, no podía regresarlo ahora encenido. Las reglas eran claras. Si lo regresaba, el proyecto AIT-250589 moriría y el tendría que pagar una gran cantidad de impuesto por hacer mal uso de un A.I.
Dios un largo suspiro mientars una sonrisa cansada se formba en su rostro.
-Está no se queda así hermano-
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A.M.O.R AIT-250589
Publicado el 7 07-06:00 mayo 07-06:00 2009 Ningún comentario.…
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Prólogo
Era demasiado tarde para devolver el regalo, las instrucciones eran claras.
«Una vez prendido no podrá ser devuelto»
A lo lejos se podían escuchar las pisadas caminar una y otra vez por el mismo lugar. Aquel regalo había sido el más extraño que había recibido; por más que releía el instructivo no entendía lo que quería decir.
Él no tenía tiempo para resolver enredosos misterios, mucho menos tenía tiempo para estar aguntando las bromas pesadas de su hermano. Aquello debía de ser irreal.
Sus orbes negras nuevamente se clavaron en la joven que levantaba la mano para saludarle. No podía distinguirle bien, no con los rayos de luz entrando sobre la ventana.
«Es una broma» se repetía mentalmente una y otra vez; levantó el teléfono móvil nuevamente oprimiendo un solo botón para comunicarse con el dueño de aquella broma.
No recibía ninguna respuesta, la frustración pronto comenzaba a ahogarlo sintiéndose ya para ese entonces la presa perfecta. Nadie contestaba a su llamada, solo tenía en sus manos aquel instructivo y una carta de su hermano mayor.
Se paro frente a la joven que seguía sentada en aquel sillón negro. Su postura era perfecta, al igual que su rostro. Nuevamente apretó aquel botón que estaba indicado para comunicarlo con su hermano para recibir la misma respuesta.
Dejó caer sus párpados suavemente para tomar todo el aire posible.
-¿Qué eres?-preguntó cansado de no llegar a ningún lado.
-Ni yo mismo lo sé; pero simpre se han referido a mí como AIT-250589-
-¿Eres feliz?-
-¿Cómo reconocerlo? ¿Usted puede reconocerlo?-la joven parecía estar más perdida que él.
-¿Por qué te mandaron conmigo?-desviando el tema
-Eso es información confidencial-
Hubo un silencio en aquella elegante sala. El teléfono móvil comenzó a sonar con una melodía bastante común y monótona. Contestó el teléfono sin quitarle la mirada a la chica. Del otro aldo de la línea pronto se pudo escuchar una voz bastante familiar para él.
-Felicidades hermano, nuevamente olvidaste tu cumpleaños. Una vez prendido no podrá ser devuelto-colgaron al instante.
Sus orbes negras se posaron en los ojos aguamarinos de su regalo. Estaba molesto. Odiaba aquel tipo de bromas.
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